Demanda Miriam Tinoco permanecía de orientacion y educacion sexual


A pesar de que en la actualidad existe una gran variedad de métodos para el control de la fertilidad, el embarazo no deseado y el aborto son problemas a los que cotidianamente se enfrenta una gran cantidad de mujeres de todas las edades y de todos los sectores sociales, manifestó la integrante de la Comisión de Grupos Vulnerables, Equidad y Género en la LXXI Legislatura, Miriam Tinoco Soto.

En ese sentido, dio a conocer que de acuerdo con una estimación realizada en los años 90, el 40 por ciento de los embarazos en México son no deseados, estimándose que el 17 por ciento terminan en abortos inducidos y el 23 por ciento restante en nacimientos no deseados.

“Las explicaciones sobre la elevada frecuencia de los embarazos no deseados suelen ser, en general, a la falta de responsabilidad de las mujeres, o bien a que carecen de información para utilizar correctamente los métodos anticonceptivos”, dijo.

No obstantes, la diputada por el Partido de la Revolución Democrática, Miriam Tinoco Soto, mencionó que el hecho de que las mujeres cuenten con información no es suficiente en todos los casos, ya que cualquiera de los métodos anticonceptivos que existen en la actualidad aún cuando se use correctamente, puede fallar.

Asimismo, señaló que la responsabilidad de evitar embarazos que no se desean debería compartirse de manera equitativa con los hombres.

La perredista Tinoco Soto recordó que en Michoacán se busca bajar la incidencia de embarazos no deseados en parejas de adolescentes, problema en el que de acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Estado registra proporcionalmente el mayor número de casos en el país, y Uruapan, es el municipio de la entidad que presenta mayor incidencia, por lo que se debe mantener los programas de educación sexual y planificación familiar.

Afirmó que ha habido un incremento en el sector Salud de madres adolescentes y de embarazos no deseados, que actualmente una de cada 6 mujeres menores de 19 años se convierte en madre, en la mayoría de los casos sin planearlo.

Es por esta razón, argumentó la legisladora, que la forma operativa de los programas de planificación familiar sean encaminados no sólo al a las mujeres de los sectores sociales populares, con mensajes apoyados en una perspectiva que refuerza sus roles sociales más tradicionales y contribuye a que pocos hombres asuman su responsabilidad frente a la sexualidad y la reproducción.