QUE ASI SEA.

Quiero que mi cuerpo descanse sobre la tierra

Y mi alma se deje llevar por el viento

Que mi espíritu vague en silencio

Y mis ojos observen el tiempo

Que mi voz se escuche como un eco

Y mi sombra persiga al recuerdo

Que mi corazón sea eterno

Que mi voz se siga oyendo

Que mis pasos se escuchen

Y mi presencia se sienta

Que no me ignore el silencio

Que no me vuelva su presa

Espero con ansiedad ese momento

Ese suave instante en que muero

Que depositen mi cuerpo bajo tres metros

Y carcomidos mis restos por el tiempo

Que mis ojos se cierren para siempre

Y descansar eternamente

Y luego volar sin un destino

Sin encontrar mi camino

Sentir la suave brisa del aire

Sin volver nunca y ahí quedarme

Nancy N. González Jiménez.